Síntesis Argumental
“La Brusaròla” desenmascara el imaginario tradicional y anquilosado de una familia piamontesa del interior santafesino.
Una madre autoritaria y sobreprotectora despliega sus estrategias manipuladoras y somete a los miembros de su familia a situaciones humillantes que responden a sus deseos y caprichos cotidianos. Víctimas y victimarios tejen un entramado de relaciones que develan un universo perverso, en el que la fantasía – el arte – se vislumbra como única salida.
El humor cínico y provocador, el grotesco y la crueldad, deconstruyen los mitos de toda una cultura y una tradición agotadas, vacías, y aún presentes en nuestra propia cotidianeidad.
Ficha artística y técnica
Autoría: Marcelo Allasino / Actúan: Marcela Bailetti, Marcelo Gieco, María Eugenia Meyer, Gustavo Mondino y Silvit Simondi / Iluminación: Adrián Allasia / Diseño de vestuario: Gustavo Mondino / Diseño de escenografía e iluminación y musicalización: Marcelo Allasino / Asistente de producción: Analía Bioidi, Ani Borgogno / Asistencia de dirección: Gustavo Poggi / Dirección: Marcelo Allasino
Fotos: Charly D’Intino
Historia del espectáculo
“La Brusaròla” fue el sexto espectáculo del Grupo Punto T, y resultado de dos años de trabajo e investigación entre el autor-director y los actores. Las fuentes primarias de su creación están estrechamente vinculadas con el deseo de indagar y problematizar el contexto cultural de Rafaela y la región, asentamiento inmigratorio en su mayoría piamontés. Tradiciones, costumbres, oralidades, discursos y personalidades fueron los materiales a explorar y resignificar en esta puesta en escena que cuestionó sentidos consagrados y revisó historia y literatura propias. Al desmantelar el mito de la tierra cargada de futuro, la obra propuso otra mirada: no se leía el idilio hombre-tierra, ni el triunfo de los valores de los inmigrantes que lucharon por las fuerzas indómitas de la naturaleza ni el exilio. La resistencia, en esa tierra de condena y estancamiento, radica en la fuerza y la posibilidad de la ficción.
Se estrenó el 14 de julio de 2001 en la sala del Centro Cultural La Máscara (Rafaela) donde realizó una importante cantidad de funciones. Participa luego en la Fiesta Provincial de Teatro en la que resulta premiada y seleccionada para la instancia regional. Se presentó en Rafaela, Santa Fe, Rosario y Buenos Aires, donde realiza una temporada de dos meses en el Espacio Ecléctico. Es importante destacar que esta fue la primera vez en la historia del teatro rafaelino que una pieza realiza una temporada en la capital del país.
Dijo la crítica
"MUY BUENA. La Brusaròla es un terrible testimonio sobre los acontecimientos perversos que pueden tener lugar dentro de un grupo familiar en el que tradiciones y represiones se confunden. Es muy fuerte la reflexión que Marcelo Allasino propone a partir de una expresión en la que se mezclan, lógicamente, el idioma, las traspolaciones que ese idioma produce cuando se enriquece con múltiples sentidos, y el cuerpo de la mujer, ese mismo que genera seres."
"Esta es una de las puestas que marca un punto de inflexión en la historia del grupo y en la carrera de este talentoso director. Estamos en presencia de una de las pocas obras del teatro argentino de fin de siglo donde lo experimental no interrumpe el impostergable diálogo entre el creador y los espectadores."
"‘La Brusaròla’ desnuda una cultura caníbal que parece destinarnos a reproducir los modelos perversos que alimentan el orden dominante con el costo de la pérdida de la dignidad y de la autonomía. Marcelo Allasino construye una escena en donde la crueldad deviene de la victimización no sólo de algunos personajes sino (y aquí el poder profundamente movilizador del teatro) de todo un grupo social que sufre pasivamente, sin rebelarse. La exhibición de ese silencio tiene ecos en otros silencios, en otras omisiones. ‘La Brusaròla’ construye así un espejo grotesco y deformado en el cual nos encontramos inevitablemente reflejados. "
"La puesta en escena dirigida por el mismo autor es impecable. En este caso, entiende mejor que nadie cuál es el camino y lo sigue con acierto… En la totalidad del montaje están la vida, la poesía, la belleza y la crueldad, los sueños y la realidad. Todo transporta al mundo que elige la espiritualidad, alimento esencial del hombre. Y el espectáculo plantea, también con crueldad, los costados más desesperantes del ser humano."