Artes Escénicas
Mis palabras

Síntesis Argumental

En un taller literario diseñado para personas con discapacidad surgen la atracción y la confusión entre una alumna y su docente.  Cintia copia textos de la biblioteca de su padre para inspirarse y deslumbrar a su profesor.  José Luis necesita trabajar y su falta de experiencia le hace confundir guía con superioridad. Un error, ¿puede desencadenar la tragedia?  

Las palabras crean realidades y tejen deseos.  ¿Cómo suenan mis palabras en tu escucha?  ¿Cómo afectan tu fantasía y tu verdad? ¿Qué responsabilidades tenemos frente a la entrega, el amor, la compasión? ¿Y frente a la creación?

La obra bordea vínculos en los que las buenas intenciones se confunden con intereses solapados.  Describe relaciones de poder en las que conviven la torpeza y el deseo, donde el abuso es siempre protagonista.

“Mis palabras” es una pieza que balbucea, que formula preguntas sobre los excesos que pesan sobre quienes se revelen vulnerables.  Sobre quienes encuentren en la fantasía una posibilidad de transformar el dolor del mundo.  Que encuentran la salvación en la creación.  En la belleza.  O en la tragedia. 

Ficha artística y técnica

Actuación: Agostina Prato y Nahuel Monasterio / Música y puesta sonora en vivo: Nico Diab / Escenografía: Ignacio Riveros / Diseño de Iluminación: Leandra Rodríguez / Diseño de vestuario: Uriel Cistaro / Realización de vestuario: Patricia Mizraji / Dibujos: Clara Esborraz / Dispositivo visual: Mauricio Casaretto y Fabián Kesler / Videos cámaras de seguridad: Ramiro Rodríguez y Julio Constantin / Edición de videos: Beto Bellezze / Cámaras en vivo: Sol Muñoz y Camila Morales o Daio Albanesi y Luisina Tessaro o Berenice Galdiz y Maia Ferro / Diseño gráfico: Leonor Barreiro / Coproducción: El Cultural San Martín / Producción: Raúl S. Algán / Asistencia de dirección: Juliana Ortiz / Autoría y dirección general: Marcelo Allasino

Fotos: Luzmaira L. Maldonado, Leandro Bauducco y Máximo Parpagnoli

Colaboraciones artísticas en videos: Leandro Moro, Marcela Bailetti, Marcelo Gieco, César Maldonado, Lucila Maidana, Luz Denise Gonfiantini, Nicolás Espíndola, Yamila Saccavino y Leandro Molina.

Nuestro agradecimiento al Liceo Municipal “Miguel Flores” y al Complejo Cultural del Viejo Mercado de la ciudad de Rafaela. 

Este espectáculo cuenta con la Beca de Creación Grupal del Fondo Nacional de las Artes.

Historia del espectáculo

«Mis palabras» se estrenó el 1 de octubre de 2021 en la Sala B de El Cultural San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y realizó 18 funciones en su temporada estreno, hasta el sábado 13 de noviembre de 2021. Fue una coproducción con El Cultural San Martín y Beca de Creación del Fondo Nacional de las Artes.

Luego presentó su segunda temporada en el Abasto Social Club de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los meses de febrero y marzo de 2022.

En el mes de abril se presentó en el Centro Cultural La Máscara de la ciudad de Rafaela, donde realizó tres funciones a sala llena. En el mes de mayo concretó dos funciones en la Sala Marechal del Teatro Municipal de Santa Fe. El sábado 21 de mayo se presentó en el Centro Cutural Parque de España de la ciudad de Rosario.

Material complementario: IG de Cintia / Cámaras de seguridad

Gacetilla de prensa con fotos, links a notas y extractos de críticas.

Dice Allasino sobre la obra

«Escribí Mis palabras hace unos años atrás.  En esa etapa había asumido una responsabilidad en la gestión pública, como secretario de cultura de Rafaela (mi ciudad natal) y esa tarea requería de mi mayor disponibilidad de tiempo.  Fue una época difícil en mi recorrido como creador, porque mis producciones hasta ese momento siempre habían estado signadas por procesos creativos de interacción grupal, y por la generación de una dramaturgia que provenía de la escena, de imaginarios compartidos con intérpretes y diseñadores.  Procesos largos de investigación e intercambios, que produjeron piezas como Noche de ronda, Algo de rojo en el gris, La Brusaròla, Kilómetro Dos Veintiocho, El Rutilante Cabaret, por mencionar algunos de mis trabajos.  Ya no podía comprometerme con un calendario de encuentros y ensayos, y no me quedó otra opción que generarme un espacio de creación en soledad, centrado en la escritura.  

Aunque la dramaturgia estaba entre mis principales intereses, jamás me definí como escritor. Desde muy joven había decidido escaparle a los procesos texto-céntricos, convencido de que los cuerpos, la acción, el movimiento, la música y los lenguajes visuales eran tan poderosos como la palabra y habilitaban dramaturgias menos exploradas.  Fue una etapa de replanteos e introspección, difícil pero productiva.  Surgieron varios textos, entre ellos La Tortuga y Mis Palabras.  

Entre las tareas a mi cargo en esos años fui el responsable máximo del Liceo Municipal “Miguel Flores”, una institución dedicada a la formación artística.  Tenía un especial cariño por ese espacio, donde no sólo había tomado clases de plástica siendo niño, sino que había sido el lugar donde descubrí mi vocación por las artes escénicas en la adolescencia, y donde debuté como actor.  Ahora me tocaba volver desde otro lugar. 

La institución ofrecía un abanico muy diverso de posibilidades educativas, y entre ellas, talleres para distintas edades y trayectos, y también para personas con discapacidad.  Allí tomé contacto con gente maravillosa – docentes y alumnes – entre ellos Sonia, una alumna con síndrome de Dawn con quien generamos un vínculo de mucho afecto y encuentros regulares.  Sonia es una alumna entusiasta, apasionada, y asistía a todos los talleres posibles: escribía, actuaba, una creadora incansable.  Un día me regaló su libro de poemas, y el contacto con su escritura me conmovió profundamente.  El libro de Sonia abrió, de alguna manera, la puerta a Mis Palabras.  

Mi proximidad con la discapacidad venía atravesada por la historia familiar: mi primer sobrino, Lucas, nació con parálisis cerebral e inauguró una serie de fuertes vivencias y aprendizajes, que modificaron, a mi familia y a mí, para siempre.  La fragilidad y la vulnerabilidad encontraron nuevas formas, muy próximas, resignificando cuestiones profundas que tienen que ver con la vida, el amor y la compasión.

“Mis palabras” es una obra que balbucea acerca del abuso.  No describe una situación de abuso evidente y extremo, como el abuso sexual de menores, la violación, el asesinato, el femicidio, esas situaciones en las que podemos ubicarnos con mucha claridad – y dolor – del lado de víctima, y que con contundencia definen una posible lectura maniquea del mundo, en la que víctimas y victimarios podemos ser identificados y señalados con facilidad.  Esta pieza intenta hablar de otras formas de abuso, menos evidentes, disfrazadas, en las que nos resulta incómodo identificarnos y que forman parte de un modo de vinculación perverso, estructural.   Bordea una relación en la que las buenas intenciones, los intereses solapados, la torpeza y el deseo se confunden en una red de relaciones abusivas.  

“Mis palabras” formula preguntas acerca de cómo necesidad y deseo pueden conjugarse en formas que afectan a las personas más vulnerables, a aquellas que no encajan, y que son, siempre, quienes se ocupan de transformar el dolor del mundo, en creación.  En belleza.  En tragedia.»

Dijo la crítica

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